No Te Distraigas: ¡Sigue a Cristo!
¡Hermanos y hermanas, gloria al Señor! Hoy les traigo una palabra que Dios puso en mi corazón: «¡No te distraigas!» ¿Cuántas veces, díganme, no nos hemos desviado del camino recto que es Cristo Jesús? A veces son nuestros propios pensamientos, a veces el mundo, ¡hasta hermanos en la iglesia nos pueden distraer! Pero el Señor nos llama a mantener los ojos en Él, en Su evangelio. Vamos a la Biblia, porque ahí está la verdad, y veremos cómo desde los días de Jesús y los apóstoles la gente se distraía, ¡y cómo Dios nos dice que no nos dejemos llevar!
Lucas 11:24-28: ¿Qué Es Más Importante?
Abramos la palabra en Lucas 11:24-28, ¡amén! Jesús estaba enseñando algo serio: un espíritu inmundo sale de una persona, anda por lugares secos, regresa con peores espíritus, y el estado final de esa persona termina peor que al principio. ¡Qué tremendo, hermanos! Era una lección espiritual para que no dejemos espacio al enemigo. Pero, ¿qué pasó en ese momento? Mientras Él hablaba, una mujer de la multitud levantó la voz y dijo: «Bienaventurado el vientre que te trajo y los senos que mamaste» (v. 27).
¿Se dan cuenta de esa acción? Ella quiso cambiar el tema, y hablar de María. ¡Y no estaba mal, porque la Biblia testifica sobre el embarazo y nacimiento milagroso del Señor Jesús, pero no era el momento! Jesús, con esa sabiduría que solo Él tiene, le respondió: «Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan» (v. 28). ¡Gloria al Señor! ¿Qué nos está diciendo aquí? Que no es tiempo de hablar de lo que a nosotros se nos antoja, sino de escuchar lo que Él quiere enseñarnos. Hermanos, ¿vamos a distraernos con lo que nos parece bonito, o con lo que las tendencias quieren hablar o vamos a oír la palabra de Dios? ¡No te desvíes, que lo primero es Cristo!
Hechos 1:6-8: ¿Curiosidades o el Espíritu Santo?
Vamos a Hechos 1:6-8, ¡amén! Los discípulos, después que Jesús resucitó, le preguntaron: «Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?» (v. 6). ¿No les parece normal esa pregunta? Ellos querían saber algo que les picaba la curiosidad. Pero Jesús les dijo: «No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad. Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos» (vv. 7-8).
¡Qué respuesta, hermanos! Él no se dejó desviar. Les dijo: «No es tiempo de andar curioseando, ¡es tiempo de recibir el Espíritu Santo y predicar el evangelio!» ¿Cuántas veces no nos pasa igual? Queremos saber cosas que no nos tocan saber a nosotros, pero Jesús nos dice: «¡Enfócate en lo que importa!» No te distraigas, ¡sigue al blanco que es Cristo! No tenemos las respuestas a todas las cosas, pero lo que necesitamos para progresar, eso sí lo tenemos.
Juan 6:26-27: ¿Pan o Vida Eterna?
Ahora, en Juan 6:26-27, ¡gloria al Señor! Jesús habló con la gente que lo seguía después de multiplicar los panes. Les dijo: «De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece» (vv. 26-27).
¡Escuchen esto, hermanos! Ellos estaban detrás de Jesús por el pan, no por quién era Él. ¿Y nosotros? ¿Seguimos a Cristo por lo que nos da aquí abajo en la tierra o por la vida eterna? Imagínense: alguien que solo va a la iglesia por los «panes y peces», pero no por el Salvador. ¡No te distraigas con lo terrenal! Jesús nos dice: «¡Busca lo que dura para siempre!» ¡Amén!
Hechos 8:18-24: ¡El Don de Dios No Se Vende!
En Hechos 8:18-24, Simón el Mago vio que el Espíritu Santo se daba por las manos de los apóstoles y dijo: «Dadme también a mí este poder», ofreciendo dinero (v. 19). Pero Pedro, ¡qué hombre de Dios!, le respondió: «Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero» (v. 20). ¡Le puso freno, hermanos!
Simón el mago estaba distraído, buscando poder para él, no el evangelio. ¿No ven eso hoy? Hay quienes predican prosperidad, sacándole dinero a la gente con promesas de «panes y peces», de bendiciones de lo alto en cuanto a lo financiero. Pero Pedro dijo: «¡No, aquí no se vende el Espíritu Santo!» No te desvíes, hermano; el evangelio es gratis, ¡es para glorificar a Dios y darnos salvación, no para llenarnos los bolsillos!
Hechos 17:16-34: ¿Curiosidad o Salvación?
Vamos a Hechos 17:16-34, ¡uno de mis pasajes bíblicos favoritos! Pablo estaba en Atenas, viendo tanta idolatría, y predicó en la sinagoga y la plaza. Los filósofos lo llevaron al Areópago, diciendo: «¿Qué es esta nueva enseñanza?» (v. 19). Pero la Biblia dice que ellos solo querían «decir u oír algo nuevo» (v. 21). Pablo les habló del «Dios no conocido» (v. 23) y predicó a Cristo resucitado. Algunos se burlaron, otros dijeron: «Ya te oiremos otra vez» (v. 32), pero algunos creyeron.
¿Se fijan? Ellos estaban distraídos por la novedad. ¡Les gustaba curiosear! A veces nosotros también, ¿verdad? Hablamos de los gigantes del Antiguo Testamento o cuánto levantaría Sansón si fuera al gimnasio. ¡Nos causa gracia con mi familia hablar de eso! Pero, hermanos, ¿es eso el evangelio? No te distraigas con curiosidades; ¡el centro es Cristo Jesús! Al final de la conversación entendemos que esas cosas no son lo esencial.
Conclusión: ¡Prosigue al Blanco!
¡Gloria al Señor! La Biblia nos muestra que las distracciones siempre han estado. La mujer quiso hablar de María, los discípulos del reino de Israel, la multitud del pan, Simón el mago del poder, y los atenienses de cosas nuevas. Pero Jesús y los apóstoles siempre volvieron a lo esencial: el evangelio. ¿Y nosotros, qué vamos a hacer? ¿Nos vamos a desviar por lo que se nos ocurre o por lo que otros dicen?
¡No, hermanos! Como dice Filipenses 3:14, prosigue al blanco: Cristo Jesús. Oye Su palabra y guárdala en tu corazón para vivirla, porque eso es lo que agrada a Dios.
Oremos:
Padre amado, gracias por Tu palabra que nos corrige y nos guía. ¡No queremos distraernos, Señor! Ayúdanos a mantener los ojos en Cristo, a no desviarnos por nada. Que oigamos y guardemos Tu Palabra, ¡amén y amén!
Puedes escuchar la predicación completa aqui: